Durante más de un año, desde el comienzo del rodaje de la película «Onyx, los reyes del Grial» hasta su preestreno el pasado día 12 de julio, no había metido entradas en este blog. Algo que, los entendidos en la materia, dicen que es absolutamente contraproducente.
El trabajo, por un lado, y ser cauto, por otro, me ha llevó a esta decisión. Y no por que no pasaran cosas, que han sido muchas. Hemos recibido ataques durísimos, faltos a mi modo de ver, de la más mínima educación. Como he dicho desde la presentación del libro «Los reyes del Grial», estamos abiertos al debate, pero un debate sosegado, académico si se quiere. Pero recibir críticas en las que se nos acusa de mentir, está más cerca de la difamación que del debate.
El critica vino de la mano de Luis Molina, investigador del CSIC, que afirma que todo nuestro libro es un fraude (y una irresponsabilidad). No le voy a contestar porque ya se hizo en su momento, pero tan sólo querría afirmar que el Consejo Superior de Investigaciones Científicas tiene 9.000 investigadores y que esta afirmación en sólo de este investigador. Nosotros tenemos nuestras fuentes, él las suyas, nada más.
Además, volvemos otra vez con la misma historia. Cuando investigas un poco (de verdad, muy poco) enseguida encuentras puntos de conexión entre unos y otros. Resulta que uno de los que nos atacan comparte investigación con otro de nuestros atacantes y otro prologa una publicación de otro y así una y otra vez. ¿Casualidad? No lo creo.
Será que las grandes historias deben de tener, por obligación, sus enemigos íntimos.